viernes, junio 20, 2014

EUGENIO GARCÍA DÍAZ -POETA CHILENO

 

Eugenio García Díaz se ha marchado
Por Fernando Jerez
No voy a caer en la obviedad de afirmar García Díaz no ha muerto, que sus poemas le dan vida y todo eso. No diré nada al respecto.
Lo conocí hace varios años. Desde cuando él trabajaba en el Banco del Estado y yo deambulaba con mi primer librito de cuentos titulado Un bachiller extraño que él me ayudó a publicar. Pronto, me convencí que solo la necesidad de asegurar la subsistencia lo llevó a trabajar en uno de los templos del dinero, por la época en que los cajeros empezaban a desprenderse de las manguillas negras que usaban para evitar que el lustre malograra los brazos de sus prolijas chaquetas. Su verdadera inclinación era la de sumergirse en la cultura y practicar la poesía. Pero no sólo encontró su realización escribiendo poemas, escarbando en su propia intimidad y en el mundo lleno de misterio que nos sorprende cada vez que despunta el día, sino que también se empeñó en que las demás personas compensaran el desequilibrio de sus vidas —acosadas por el pragmatismo—, asomándose a las diferentes manifestaciones del conocimiento y el arte. Más que interesarse en los ascensos de los escalafones bancarios, Eugenio se transformaba día a día en un activista de la poesía y de las expresiones artísticas. Un activista que, aparte de vivir en el mundo gélido de aceptar y negar préstamos, se desplazaba todas las tardes a las dependencias que el Banco del Estado ofrecía a sus empleados con la finalidad de que allí cultivaran y se familiarizaran con la cultura y las artes. Lo hizo con singular entrega hasta el traumático intermedio que empezó el año 1973.
Pero lo que nunca Eugenio García Díaz interrumpió fue su dedicación a la escritura. Aparte de la poesía, a la que ha consagró su vida —una poesía conmovedora, llena de humanidad y naturaleza—, también se empeñó en divulgar, con una generosidad admirable, las creaciones de otros escritores y poetas. La lista de su vastísima producción publicada, se inicia con Una ciudadela bajo la luna (1948), y se prolonga en muchos libros entre los cuales, algunos contienen una variedad de reseñas literarias, hecho que confirma la admirable generosidad que desplegó para divulgar la existencia de textos ajenos, como si ayudara a descubrir frutos que se encuentran al alcance de la mano, pero que, al mismo tiempo, otra mano negra, la de los balances del crecimiento y el per cápita, no dejan ver. Conocí el que tal vez fue su último libro, Miradas en la perspectiva del ensayo (2011), que reúne también artículos publicados en el diario Las Últimas Noticias respecto de la producción poética de algunos de los muchísimos creadores que han dado prestigio a este país.
Eugenio ha dejado una vastísima y generosa huella —inadvertida por muchos— no solo en el papel sino que también en el desarrollo de un Chile no siempre agradecido.
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Pareciera que Junio es el mes de los duelos, de los dolores profundos: Osvaldo, Eugenio, Oscar, poetas chilenos, amigos, amores inolvidables, arraigados en lo más profundo del corazón.

OSCAR VÁSQUEZ SALAZAR - PERIODISTA Y POETA CHILENO.

         ( 1936-octubre 2012)

Fragmento del poema" Canto Singular al Usucapión", incluido en  el poemario de Oscar Vásquez "El Esplendor de los Calcinados," publicado en Quito en 1985.                 

 8

El tiempo de esta vida, de todas las vidas,
se detiene, cae flagelado, retorcido
y sobre la torre de la plaza paraliza sus punteros el reloj
y los verdales que hacían vaticinar las siembras
quedan cenizos,desenraizados, negros;
y la laguna de la alegría y del amor
ya sin enamorados bogando ni al atardecer besando:
ya no los poros destapados al anochecer
rozando, flotando, amando;
ya sin los chiquillos vespertinos y ruidosos
de los barquichuelos de papel:
ya no bogando ni jugando a ganar
ni riñendo ni mojando ni chanceando
al naufragio del lanchón y del bajel.
 
Y solos, ignorados por los seres adyacentes,
crecen los légamos ol buenasiscos
y un coro de ranas ahora cesante
entona un improntu fúnebre
-réquiem de melancolía y soledad-
porque no cabe una sinfonía a la existencia que cantar.
 
El bien del pueblo fue usurpado,
la gran bestia ordena disparar,
la metralla fusila el derecho
a trabajar, a conversar, a caminar,
los amantes ya no disfrutan del nido furtivo
el torturador está al acecho,
con un mastín amaestrado a su lado
olfateando presto a violar.
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OBRAS PUBLICADAS :
"EL POTRO CRUCIFICADO"
"CHACHARACHA Y OTROS CUENTOS DE FATALISMOS Y ESPERANZAS"
"EL ESPLENDOR DE LOS CALCINADOS"
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Ayer leì un artículo y la Invitación, que me envió un amigo poeta, para asistir a un homenaje  por el Centenario de Nicomedes Guzmán, connotado escritor chileno y padre de Oscar Vàsquez Salazar.
Pensaba ir a la Biblioteca Nacional al homenaje, por Nicomedes, a quien he valorado mucho como escritor. Lo conocì a los 19 años, él era amigo de  AMC, escritor y padre de mis hijas  mayores .
Me sentía muy feliz, principalmente,  porque después de algunos años, podría ver y conversar con Oscar, amigo entrañable, a quien quise mucho, pero al preguntar por èl, mi amigo poeta me envió un artìculo donde hablaban  de su partida.
No lo esperaba realmente y me sentí muy apenada.
Sin embargo, me alegró  saber que Marìa Esther , su compañera, a quien conoció años después de su retorno a Chile, estuvo hasta el final con èl.
 Era un hombre de gran humanidad ,  muy buen poeta  y un periodista valiente.
 Desde su trinchera del" Fortín Mapocho", dónde hacía reportajes no se doblegó.
Ni la tortura, ni el exilio lo lograron , fue ser humano generoso y jugado, que amaba a su pròjimo, a los pobres , a los olvidados, a los sin voz.
Me siento honrada por la amistad hermosa que tuvimos compartiendo en esos atardeceres de largas charlas  en " La Terraza" o en el Refugio López Velarde , comentando el acontecer político y su rebeldía, leyendo poesía o escuchàndolo cantar tangos (y " Sur").
Pasamos muy lindos momentos con  Óscar  en la Sociedad de Escritores de Chile.(Sech) fuimos buenos amigos . 
Nos alejamos ... en realidad yo me alejé tiempo después  por esas cosas absurdas, inexplicables que uno llama amor y le baja el CI y cede ante peticiones machistas que no son  más que celopatía pura.
Afortunadamente, la vida me dio otra oportunidad y por esas increíbles,  una mañana camino al trabajo y desviada del transitar habitual, tomé otro microbús  y nos encontramos. Me dio su teléfono y pudimos conversar.
Lamento profundamente  haber dejado de ver a Óscar, porque había un cariño real y sincero.
Esa noche que supe de su partida sin despedida , me dormí con infinita pena .
Y recordé cuando nos conocimos en la Feria del Libro del Parque Forestal, cuando éramos muy jóvenes , yo tenía 20 años y el 28.
Muchos, muchos años después nos volvimos a encontrar en la Sech, cuando él volvió del exilio en Ecuador .
Maduros ya, con una vida armada, separados  y con hijos.
Fue un reencuentro inesperado, hermoso  , donde se fraguó una hermosa amistad .