martes, octubre 04, 2011

MANHATTAN FILM DE WOODY ALLEN (1979) POR ALEJO URDANETA ESCRITOR Y AMIGO VENEZOLANO (CARACAS)


Siendo Woody Allen, uno de mis directores contemporáneos preferidos por su genialidad, comparto con ustedes esta estupenda reseña del film MANHATTAN, que ha escrito mi amigo el escritor venezolano Alejo Urdaneta.



MANHATTAN / Woody Allen (1979)

Alejo Urdaneta

Woody Allen consiguió presentar una radiografía de la ciudad de Nueva York, su amada Manhattan, ofreciendo una cara mucho más amable, sin violencia pero con un deje melancólico, distinta de la que Martin Scorsese y Francis Ford Coppola mostraron en sus películas sobre los bajos fondos de la ciudad.

‘Manhattan’ está considerada la mejor película de Woody Allen, autobiográfica como todas las suyas, y por esa razón nos ofrece el mismo personaje judío, urbano, sentimental, neurótico, amante del cine, que busca el amor con desesperación y halla en sus amadas a mujeres más atormentadas que él mismo.
Presenciamos una burla inteligente de los esnobismos convencionales que acosan a la sociedad moderna, sobre todo la urbana, y Manhattan es el modelo de ciudad plena de cultura y al mismo tiempo de pobreza espiritual y crimen.
El prólogo de ‘Manhattan’ es una declaración de intenciones, un poema sinfónico que nos muestra cómo la Gran Manzana nos abre las puertas, enseñándonos sus imponentes edificios, su tráfico vertiginoso y su ritmo de vida frenético, en un montaje acelerado que culmina con unos fuegos artificiales, todo ello al son de la maravillosa y estilizada obra ‘Rhapsody in Blue’, de George Gershwin. Esta obertura es, por sí sola, la más hermosa oda que se ha dedicado a la ciudad de Nueva York, verdadero protagonista de la hondura de esta película.
Ike (Isaac) es el personaje representado por Woody Allen. Se ha enamorado a los cuarenta y dos años de una niña de diez y siete, pero sabe de la fugacidad de una relación sentimental tan inestable: Ella es sencilla y vive su primera juventud con ligereza, mientras que Ike le habla de sus obsesiones neuróticas.
Es el primer film primer film de Woody Allen rodado en blanco y negro y en formato mayor, y en él se aprecia un prurito esteticista al que es poco dado su autor. El excelente trabajo de la fotografía se nota en los encuadres medidos, en los planos sostenidos, en los claroscuros, en esa neblina que envuelve la ciudad y que le confiere un aura entre mágica y siniestra. Algunas secuencias como la del Planetarium, la del puente de Brooklyn o la del paseo en carruaje nos brindan una faceta poco conocida del director.
En ‘Manhattan’ apreciamos la personalidad del cineasta: la inseguridad, el engaño, la infidelidad, la crítica mordaz a los diletantes con ínfulas de intelectuales..., sin olvidarse de sus autores preferidos: Bergman, Strindberg, Tolstoi, Freud. En este film, Woody Allen, interpreta su propia personalidad: tímido, desgarbado, pusilánime, hipocondríaco y sarcástico, con el semítico nombre de Isaac Davis, en su infructuosa búsqueda de la felicidad. Aunque tiene buen corazón, sus dudas amorosas le hacen ser egoísta.
Los enredos sentimentales de los protagonistas se nos presentan como un cruce de relaciones pasajeras entre el pequeño grupo de amigos, entre los cuales se destaca Mary (Diane Keaton), periodista y amante de Yale, y tan inmadura y engreída como el mismo Yale aunque no tan cínica.
Con ella tiene iKe un romance fugaz que lo daña y lo hace buscar de nuevo a la joven Tracy, la novia juvenil que abandonó: una muchacha que, a sus escasos diecisiete años, muestra una templanza y un equilibro afectivo envidiables. Es la única que sabe realmente lo que quiere. Su amor por Ike es incondicional, aun después de que él la deje por una mujer mayor: Mary (Diane Keaton).
Woody Allen hace en sus películas una defensa enconada de la sensibilidad frente a la inteligencia. Eso se percibe en ‘Manhattan’ mejor que en ninguna otra de sus películas.
¿Vale la pena vivir? Es la pregunta que sostiene el drama de Allen.
En el autoanálisis que se hace ante una grabadora, Ike nos dice las cosas que justifican la vida: “Bueno (suspira), hay varias cosas que … que creo hacen que valga la pena: ¿cuáles? Bien, para mí, yo diría: Groucho Marx, por decir una … Wille Mays… el segundo movimiento de la sinfonía Júpiter… y Louis Armstrong… las películas suecas, naturalmente … La educación sentimental de Flaubert… Eh, Marlon Brando, Frank Sinatra. MMM… Las increíbles manzanas de Cezanne….. La cara de Tracy (la joven novia)”
Una frase reúne la tesis vital de Woody Allen: “Nada que valga la pena puede ser asimilado por la mente. Tiene que entrar por una abertura diferente, y disculpa lo vulgar de la imagen: Siempre he pensado que el cerebro es el más sobrevalorado de todos los órganos”
Gustave Flaubert y su novela decimonónica: La educación sentimental, es el texto que desarrolla el aprendizaje emocional y amoroso de Ike en su vida en la gran manzana.Una película que toca nuestros sentimientos nobles, aunque su tema gire en torno a la tristeza del amor irrealizado, como ocurre casi siempre.Ike es rechazado por su novia Tracy, con la promesa de verse en seis meses. El rostro del personaje es de una desolada autocompasión. Y se escucha de nuevo, en el final del drama, ‘Rhapsody in Blue’, de George Gershwin, que había dado inicio a la obra.

FICHA TÉCNICA



Woody Allen, como Isaac Davis.

Diane Keaton, como Mary Wilkie.

Michael Murphy, como Yale Pollack.

Mariel Hemingway, como Tracy.

Meryl Streep, como Jill Davis.

Anne Byrne Hoffman, como Emily Pollack.

Karen Ludwig, como Connie.

Michael O'Donoghue, como Dennis

Wallace Shawn, como Jeremiah


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