viernes, abril 13, 2007

"Se la recomiendo para el fin de semana"


Hay films que realmente quedan impresos en el alma por la belleza y la magnìfica dedicaciòn que puso el director y su equipo en ella.
M e sucede cada vez que veo "BLUE" del gran director polaco Krzysztof Kieslowski .
En este film, la mùsica tiene el plus mayor, sumado a Corintios 13 ,el capìtulo que habla del amor, y el argumento ,crean, forman una conjugaciòn perfecta, màgica , esperanzadora , sublime.
Protagoniza la historia la estupenda actriz francesa Juliette Binoche (Julie) y Benoit Règente (Oliver) desafortunadamente ya fallecido . Entre otros muy buenos Emmanuelle Riva, como la madre.
Cuando la vi , hace algunos años, en el teatro de la Universidad Catòlica , quede extasiada, estremecida.
Hoy , que la vuelvo ver por enècima vez, descubro nuevos detalles preciosos, inadvertidos.
Es un bello film de 1989, que pertenece a una trilogìa (Azul, Blanco y Rojo) .
Si Ud. no la ha visto:
_¡ se la recomiendo, para este fin de semana.¡ _ ( o disfrùtela nuevamente)

No hay nada mas perfecto que el amor
Autor: Corintios 1:13


Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe.


Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios - el saber más elevado -, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta amor nada soy.

Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me sirve.

El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo.

No se alegra de lo injusto, sino que se goza de la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo.


El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. Porque este saber queda muy imperfecto, y nuestras profecías son también algo muy limitado; y cuando llegue lo perfecto, lo que es limitado desaparecerá.

Cuando era niño, hablaba como niño, pensaba y razonaba como niño. Pero cuándo me hice hombre, dejé de lado las cosas de niño. Así también en el momento presente vemos las cosas como en un mal espejo y hay que adivinarlas, pero entonces las vemos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como soy conocido.

Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor.