viernes, marzo 16, 2007

EL DIA QUE MARCO MI VIDA


El 20 de Marzo marcò definitivamente mi vida.
Fui madre por primera vez a los 20 años.
Mi pequeñita visitò la tierra por breve 12 horas y se marchò al dìa siguiente , sin que mis brazos pudieran arrullarla, contarle todos los cuentos creados para ella, mostrarle la comarca de la ternura.
Aprendì ese dìa a conocer el dolor màs fuerte que pueda experimentar una madre :perder a un hijo. En ese momento comprendì la fragilidad de la vida, que lo ùnico seguro es el presente, que el futuro es una ilusiòn y que el pasado no se podìa reconstituir; tomè conciencia de la vida y la muerte: y de lo que significaba vivir en carpe diem.
Hoy mi hija cumplirìa 42 años.
Miles de preguntas me invaden, me dejan en silencio, evocando su carita que jamàs olvidarè y sus rizadas pestañas, detalles increibles que jamàs se borran.
Todos los 20 de Marzo, desde el nacimiento de mi hija, fueron dìas de recogimiento, guardado silenciosamente con solemnidad A pesar, que sin darme cuenta , la vida me compensò con otras dos hijas, y una de ellas està de onomàstico precisamente esa fecha, fue siempre un dìa muy especialmente triste .
Por muchos años sentì que ese dolor me superaba y nunca lo podrìa olvidar; sin embargo el tiempo fue cerrando lentamente la herida abierta. No olvidando, porque es imposible hacerlo, pero calmando el dolor, sublimàndolo.
Desde entonces puedo comprender el dolor de todas las madres de este paìs y del mundo, solidarizando con su pena.
La vida suele de pronto darnos sorpresa raras o terribles , porque fue otro 20 de Marzo, cuarenta años despuès, que partiò mi madre.
Mi amada madre, de la cual me honra ser su hija.
Mi madre, mi viejita adorada, que me dejò incalculables tesoros espirituales, como la generosidad, la solidaridad, la comprensiòn. el afàn permanente de amor hacia todas las personas, de pensar en igualdad, justicia, en especial con las mujeres, con los niños. nuestros hermanos menores, los animalitos, y hasta a los enemigos : " hay que entender y perdonar mi amor, todas las personas tienen sus razones por las que actuan de determinada manera".
Mi madre, mi amada madre
Me dejò de herencia su gran fè, su amor a Cristo, su gran conmiseraciòn por los desvalidos, que ella personificaba decìendo: "son los Cristos sobre la tierra".
Algo que admirè siempre su gran valor, era admirable., fuera de serie.
Recuerdo que en el tiempo del golpe militar, vivìa en la comuna de Quinta Normal, en una casita pequeña , llena de plantas. Allì tenìa su Taller de Modas.
En verdad sus manos eran "manos de hada". , fabricaba prendas maravillosas. Vivìa con mi hermana Elizabeth, hija de su segundo marido, del cual estaba separada.
Elena , mi madre, por esa fecha tenìa 58 años y habìa recibido en la clandestinidad a su amiga , generacionalmente cercana a ella. Kathy, una uruguaya profesora de danza, que estuvo detenida y torturada por "activista".
Mi madre la recibiò con su cuerpo lleno de dolorosas llagas y hematomas, que curò con sus manos , oraciones y amor. La acunò muchas noches en sus brazos porque las pesadillas la de no la dejaban dormir en paz.. Pacientemente oraba , la abrazaba y la calmaba. Nunca vi a la bailarina: nunca, fue un secreto guardado celosamente. Hasta que Kathy años despuès y durante la dictadura , con identidad falsa cruzara la frontera.
Una noche llegaron los militares en un tìpico allanamiento, Elena , desafiando la prudencia la ocultò en un ropero antiguo, tapada de vestidos. Luego se sentò en su Taller , junto a la màquina de coser y cercana al mueble. Mi hermana de 9 años, a su lado con sus cuadernos abiertos hacìa las tareas.
El temple de mi madre era extraordinario. Talvez por su fè en Dios y porque con mi padre, participaron en su juventud en un grupo de avanzada , que estaba relacionado con Marmaduque Grove.
Los militares hurgaron todo. Uno de ellos, despues de registrar y ver bajo las camas, abriò el ropero y pasò por el la ametralladora una y otra vez. Mi madre oraba en silencio: "Señor cùbrela con tu sangre, ella ha sufrido mucho, hazla invisible a sus ojos y sàlvala".
En ningùn momento rezò por ella misma y su hija , que al ser descubiertas estarìan en inminente peligro .
Con esa misma entereza, durante tres meses ocultò en el entretecho de su casa a dos jòvenes que huìan de la policìa militar. Ellos bajaban en la noche a comer y ella les dejaba dispuesta la mesa con alimentos, leche. y un bonito mantel. Con una escoba golpeaba el techo y con su voz amorosa les decìa: "yo me voy acostar....està servida la mesa".
Nadie le pagò a mi madre, nadie le solicitò su solidaridad. Tampoco pertenecìa a partido polìtico alguno Ella lo hizo por amor al pròjimo: porque ella era el ser màs lindo que yo he conocido.
A los jovenes los llevò el destino a su casa ( o Dios?)Un dìa escuchò que en el barrio andaban "extremistas" huyendo, despuès se diò cuenta, que habìa "personas" escondidas allì en su propio techo que estaban sufriendo. Ella les hablò con el corazòn , confiaron , necesitaban apoyo y bajaron.
Me contò que semanas antes , una noche, que se quedò cuidando a sus nietos adolescente, tràs la ventana oscura, ante el rumor de voces y gritos, viò como varios jovenes del barrio, de igual edad que sus nietos, eran fusilados en la esquina de la casa y sus cuerpos llevados, por no no cumplir con los bandos y el horario establecido por la junta militar.
Sintiò tanto dolor e impotencia, que se prometiò ayudar a quien lo necesitara.
Esa era mi madre, esa maravillosa y valiente mujer, llena de fè en Cristo y seguidora de su palabra.
Cuando yo le decìa : _ ¡Mamita cuìdate por favor¡.
Me parece verla. Tocaba mi cara con ternura y repetìa:
_¡No se preocupe mi amor¡ ¡ Quèdese tranquilita, Diòs me proteje¡
¿Quièn me dirà con màs amor que ella :"mi amor" (mientras escribo los ojos se me nublan )
Cuando supo que yo trabajaba en un Centro de Salud, un dìa que fue a verme a mi casa expresò: _¡Mi amor quiero pedirle algo, un favor muy grande¡
_Cuando lleguè alguna abuelita, por favor siempre atiendala con cariño, piense en mì, porque cuàntas abuelitas, van llenas , recargadas de problemas, sin dinero y las atienden tan mal y necesitan tanto amor y Ud. tiene tanto en su corazòn¡ ¡ Ayùdelas en lo que estè en sus manos¡
(Ella siempre contrataba en su Taller a operarias, o "niñas de mano", que tenìan hijos , solteras o separadas. Les daba especial preferencia, "porque era tan injusto que las rechazaran por ser madres y eran las más necesitadas." Entonces las capacitaba en "la moda"con su enorme paciencia y amor)
Yo lo hago siempre en su memoria.
Uno de los cursos que imparto en el Centro de Salud , es el de Corte y Confecciòn de allì salen muchas mujeres que no tuvieron oportunidad de estudiar y hoy madres de familias, esforzadas aprenden , se capacitan y tienen su diploma tan añorado.
Cada año cuando termino los Talleres, pienso en mi madre, lo feliz que estarìa viendo a mujeres y abuelitas capacitadas, haciendo con sus manos e ingenio trajes, faldas, pantalones, ajuares de novias, vestiditos y delantales infantiles, bordando bellos manteles y trabajos hermosos. Abriendo una ventana en su vida.,, una fuente de trabajo " para parar la olla profe" , como me dicen algunas.
Independiente del cariño y la gratitud que recibo de mis alumnas, tras mìo o frente a mì està mi madre: Elena Salas Yèvenes
¡Bendita y santificada seas madre mìa que hiciste tanto por tu projimo sin esperar nada: sòlo por amor...sòlo por autentico y verdadero amor¡
En la nebulosa del recuerdo, de mis ojos hùmedos por la ternura y admiraciòn por mi madre , la t imagino con mi hija en brazos, arrullandola como yo no pude..... mi viejita adorada¡