sábado, diciembre 30, 2006

LA CENA DE LOS ESCRITORRES



Y finalmente llegó la cena tan esperada. Allí nos encontramos en medio de abrazos de besos ( los poetas..y las poetas son adictos a ellos) de piropos, frases galantes y osadas., de frases sinceras, afectuosas entre amigos no vistos hace tiemmmmmmmmpo. La alegría de encontrarnos en la Casa del Escritor, conseguida por Pablo Neruda , ubicada en Simpson 7, una callecita aledaña a Vicuña Mackenna, era tremenda. La Casona antigua y bella resplandecìa, en sus muros , se guardan secretas historias pasadas . Allì se han escuchado lo más encendidos discursos, literarios y políticos .Versos y poemas bellos, atesorados en escaramuzas de amor, de amantes fugados, a escondidas. Allí deambularon grandes amigos, amigos entrañables, vigorosos y dèbiles escritores, pero hombres, seres humanos vertidos de diferentes corrientes y obsesionados por la pluma, mujeres y hombres con las cabezas y el alma llenas de sueños dseosos de cambiar el mundo. Se inició la cena con los previos y consabidos discursos del Directorio, con los saludos ad hoc a las autoridades literarias, gente de la cultura, periodistas , agregados culturales de algunas embajadas, etcs. etcs. Luego se escuchó la voz de Magdalena , secretaria de la SECH, poeta y compañera personal durante 7 años de Talleres literarios,(Espacio con el poeta y profesor Ulloa, Ísla Negra con Edmundo Herrera, con Horacio Ahumada...¡qué recuerdos¡) Hablando en un tono melodioso y rindiendo un homenaje a los que partieron este año, la poeta hizo que nuestros alegres corazones, bajaran sus latidos cardiácos y sobrecogidos por el recuerdo nos silenciaramos. Algunos gritaban ¡bravo¡ ante el nombre de algunos. Yo enmudecí y recorde a varios, pero por sobretodo a Stella Díaz Varin , la colorina, poeta connotada expulsada del partido Comunista por "rebelde", chispeante , inteligente, feminista, sin pelos en la lengua, solía interrumpir discursos con su voz ronca de fumadora empedernida, para gritar a viva voz ( muchas veces lo que no nos atrevìamos a decir en pùblico llos demàs)¡Perdone compañero, pero esa es la falacia más grande, que he escuchado, Ud. miente,eso sucediò tal o cual año y porque esto y lo otro, con lujo de detalles, opacàndo al orador, guiado por algùn interès personal.... La conocí a los 18 años, ella tendría cuarenta, era muy amiga del padre de mi hija mayor. Stella era hermosa, su cabellera larga y ondulada, descansaba sobre sus hombros y sus ojos enormes, poseìan un gran magnetismo y profunda mirada, auscultadora. Era aguerrida y la diosa de los poetas jóvenes y viejos ,todos se la disputaban y quería enamorarla, ella se dejaba querer como una reina, como la reina que era: culta. bella, poeta. Ella había dejado todo , hasta a su esposo pintor y una vida burguesa, por amor. Su amor era un italiano celoso que la amó con locura, y que en lugar de comprarle un balón de gas , le regalaba caviar y otras delicias, que no servían más que para el momento y no pagaban las cuentas. (como me relató un día ). Su sagacidad e ironìa inteligente eran my entretenidas e inteligentes.Son infinitas sus anécdotas, geniales. No unió una gran amistad. La conocí en su explendor y también en su soledad, en su tristeza. En el "Refugio Pintor Lòpez Velarde" de la SECH, lugar de traguitos , cafés y tertulias con los amigos, supe de su dramática realidad, del abandono y necesidades. Cuando aparecía por las tarde, con su voz ronca me llamaba "América te amo..ven para acá" Y yo iba hacia ella y me enriquecía con su poesía, con sus palabras, con su sabiduría, con su lenguje , con su solidaridad, afàn de justicia, amor por los que sufren , consu feminismo. Era màs que entretenida usaba entremedio palabras "claves",palabras germanizadas que usaba, como "ñauñasen", que intercalaba en conversaciones de alto vuelo, que su gran intelecto aportaba. ¡Ah Stella yo tambièn te amaba y te extrañè esta noche y siempre¡
Continúando con los poetas debo decir, que los amigos que organizaron la cena, se esmeraron en los platos . Cercano al postre y y a la sobremesa hubo un show, Martin Funes, con un sombrero calañè, puesto a lo cantor de tangos, guitarra en mano, y anteojos oscuros, nos deleitó con antiguos tangos, que todos coreabamos, tambièn un tenor interpretó algunas hermosas árias, boleros y canciones de zarzuela; uno de los temas decía con gran entonación dramática "he olvidado olvidarte", que aunque redundante el verso, tenía el matiz, el encono que él ponía en ella. En medio de la algarabía el jolgorio, entre las mesa divisé a queridos amigos poetas . Se encontraba tambien la agregada cultural de Cuba, alguien de pronto, una joven poeta gritó: ¡ Viva Fidel¡...pero como estamos en democracia y en Chile, un amigo cercano a mi, respondió a media voz : ¡qué muera el tirano¡. Yo le di un codazo sutil a mi acompañante, quien me miro moviendo la cabeza , y sonriendo como diciendo ¡mira tù¡. Como el disidente de la muchacha lo hizo en voz no muy alta, no se entendió mucho , algunas cabezas se dieron vuelta, y no pasó a mayores, porque imagino , que con la pasiòn, el alcohol tan bien regado, hasta ahí habría durado la cena.
La garzona, que atendía las mesas, no era otra que una poeta muy coqueta,encomendada para la ocasión y cuya misiòn era comandar y vigilar a los jòvenes mozos contratados para servir en el evento . Una cantante joven tomò el microfono de manos de Martìn y comenzo un bello cantar. La poetachef o garzona, ante la música brasilera y el bossa nova, que se interpretaba enloqueció Digo enloqueció porque improvisó una danza sensual y erótica , que la hizo caminar alrededor de todas las mesas, portando un pañuelo celeste en sus manos, que al compás de la música movía con gestos gatunos y atrapaba las cabezas de los varones fascinados. Sus caderas, sus pecho destilaban sensualidad. De pronto corrió y se escondió tras unas columnas y a semejanza de las vedettes, hacia pasos sinuosos y sacaba una pierna de entremedio o bajaba y subía su cuerpo como una retorcida serpiente. ( un poeta de nuestra mesa comentò que la cuarentona bailarina, habìa sido "de cabaret", pero ahora enseñaba danza àrabe y dio su nombre de fantasìa)Sus ojos destellaban y chorreaban sensualidad. El público masculino...y para lo mejor poetas, ya a estas alturas gritaban y aplaudían. Los bravos continuaban, un poeta octogenario, pero de excelente estado físico y presidente de una entidad literaría, sucumbió a sus encantos y terminó enlazando su talle en una danza extraña, con resabios de blue , àrabe y paso doble. En la mesa que yo estaba, conformada por amigos poetas y pintores del Grupo Fuego de la poesía nos mirabamos sonrientes , divertidos. Todo el grupo pensò y expresò el comentario que hasta allì nos llegò la cena . El servicio del postre fue interrumpido por el baile de la poeta garzona, que dejó todo tirado , olvidado. ...
Al pasar cercana a nosotros en su loco frenesí y en su voragine, le gritamos a viva voz: ¡el postre,, el postre¡. Pero ella presa del extasis nos miró sin vernos y siguió en su vuelo. A
Piendonos a carcajadas pensamos que estaba esta perdida, el baile la trastornó y nos resignamos a no disfrutar de los deliciosos helados.